Fiesta de los Marchos, Fuenmayor
Si algún peregrino extraviado hubiera llegado a Fuenmayor por el Camino Viejo de Logroño en la noche del 7 de diciembre, habría visto asombrado desde lo alto de la Cuesta del Viso la fantasmagórica imagen de un pueblo en llamas. Pero en vez de pasar de largo, como hicieron los franceses en la guerra de la independencia según nos cuenta la leyenda, lo mejor que podría haber hecho era acercarse a cualquiera de los numerosos “marchos” que jalonan el pueblo en esa noche mágica. Allí, habría compartido con los fuenmayorenses patatas asadas, choricillo, panceta y la alegría de una fiesta que se pierde en las brumas de la historia.
Cada año, en la víspera de la Fiesta de la Inmaculada, Fuenmayor celebra una festividad especialmente singular y muy esperada por todos los fuenmayorenses. Esta celebración tiene lugar en las calles del pueblo, donde los vecinos invitan a sus amigos a acompañarlos en una tradición bonita y ancestral.
A las siete de la tarde, el repique de campanas marca la hora de encender más de cien hogueras que, sobre todo los niños, han ido preparando desde semanas antes, antiguamente recogiendo broza (las plantas secas y arrancadas de las huertas de caparrones, tomates, etc.), y más recientemente con cartón, madera y todo lo que se pueda quemar. Estas hogueras llenan las calles de color y calor, creando una atmósfera única.
La corporación municipal, acompañada por las autoridades, fuerzas vivas de la localidad y todos los vecinos que quieren participar de la fiesta, realiza el recorrido tradicional por las calles del pueblo al son de los dulzaineros. Bajan por el casco antiguo, visitando los marchos que engalanan las puertas y decoran las calles, hasta regresar al actual Ayuntamiento (hasta 1983, el Ayuntamiento estaba en la actual Casa de Cultura, lo que hacía que el recorrido no saliera del casco histórico del pueblo). Allí, se reparten patatas asadas, choricillo y vino de Rioja para todos, y se finalizan los actos oficiales con la quema de fuegos artificiales.
Esta celebración no solo es un homenaje a la historia y tradiciones de Fuenmayor, sino también una oportunidad para que la comunidad se una y celebre juntos la llegada de la Inmaculada. ¡Te invitamos a ser parte de esta mágica noche y disfrutar de una experiencia única que solo Fuenmayor puede ofrecer!